Contenido parte del Boletín Equidad de Género en Red.

La división sexual del trabajo es una consecuencia directa de los roles socioculturales y estereotipados asignados a mujeres y hombres a partir de sus diferencias sexuales. La reproducción histórica de los roles de género ha provocado una “naturalización” o “normalización” de los hombres en los espacios públicos (remunerados) y de las mujeres en el espacio privado, con responsabilidades domésticas y de cuidado (SERNAMEG, 2020). Si bien en las últimas décadas se han producido numerosos cambios en la sociedad, aún persisten brechas y prácticas socioculturales que dificultan el avance hacia de la equidad de género y que obstaculizan el fomento de la corresponsabilidad como un principio fundamental para el logro de la igualdad sustantiva.

La corresponsabilidad es el reparto equilibrado de las tareas domésticas y de las responsabilidades familiares, tales como su organización, el cuidado, la educación y el afecto de personas dependientes dentro del hogar, con el fin de distribuir de manera justa los tiempos de vida de mujeres y hombres (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, España, 2013) En ese sentido, la corresponsabilidad refiere a la coparticipación y a la distribución equitativa de las tareas, resguardando que las personas que habitan un determinado espacio se puedan desarrollar plenamente en todas las esferas de la vida. Ello supone avanzar en el camino de la igualdad de oportunidades alcanzando un equilibrio entre el desarrollo de la vida profesional, familiar y personal, de tal modo que los trabajos para el cuidado y la sostenibilidad de la vida no afecten negativamente el desarrollo de las personas (SERNAMEG, 2020).

La corresponsabilidad es condición necesaria para propiciar el avance de la equidad de género, pues una dimensión fundamental para promover la participación de las mujeres en el mercado de trabajo

consiste en avanzar decididamente hacia la distribución equitativa de las responsabilidades de cuidado y de las labores domésticas, involucrando a todos los actores de la sociedad en este proceso.

Las estadísticas de los países de América Latina y el Caribe indican que, aunque la proporción de mujeres sin ingresos propios disminuyó significativamente los últimos años, en la actualidad una de cada tres mujeres no percibe ingresos monetarios y no estudian, en contraste con uno de cada diez hombres que se encuentran en esa situación, lo que da cuenta de la persistencia de la desigualdad (Lupica, 2015). Las mujeres destinan más del doble del tiempo que los hombres al trabajo doméstico no remunerado aun cuando están insertas en el mercado de trabajo, razón por la cual, su carga total de trabajo —que incluye el trabajo remunerado y el trabajo no remunerado— es mucho mayor que la de los hombres.

Dicho de otro modo, los cuidados son una actividad no remunerada altamente feminizada e invisibilizada, y con una carencia importante en materia de corresponsabilidad.

Esta sobrecarga de trabajo de las mujeres afecta de manera negativa su salud, la calidad de los cuidados que brindan y sus posibilidades de ingresos mediante su participación en el mercado de trabajo en iguales condiciones que los hombres (Lupica, 2015).

el entendido de que avanzar en ello en nuestras comunidades universitarias, a nivel académico, laboral y estudiantil, es preciso hacernos parte de este desafío, propiciando la construcción de una red que asuma conjuntamente esta tarea al interior de las universidades.

Bibliografía

  1. Informe de los padres en el mundo. Informe global sobre la participación de los hombres en el trabajo de crianza y cuidado. Enlace: http://stateoftheworldsfathers.org/
  2. Informe CEPAL “Corresponsabilidad de los cuidados y autonomía económica de las mujeres. Lecciones aprendidas del Permiso Postnatal Parental en Chile”. Enlace: https://www.cepal.org/sites/default/files/publication/files/37878/S1500262_es.pdf
  3. Nota sobre “el hombre 0”, en el marco de los resultados de la encuesta sobre empleo que realizó el Centro de Estudios Longitudinales UC (David Bravo). Enlaces: https://www.litoralpress.cl/sitio/Prensa_Texto.cshtml?LPKey=VATYRBZU6AOIGBEHH3ZY22VYX5XCFZFRPCPR4SWTAXI6IGSCYBYA
  1. Reflexión sobre la importancia de los cuidados en el marco de la Constitución. Enlace: https://radio.uchile.cl/2022/04/20/representa-un-cambio-de-paradigma-expertas-valoran-reconocimiento-del-trabajo-domestico-y-de-cuidados-en-nueva-constitucion/
  1. Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género (2020) Corresponsabilidad en los hogares. Enlace disponible en: https://minmujeryeg.gob.cl/wp-content/uploads/2020/11/GUIA-CORRESPONSABILIDAD.pdf
  2. ComunidadMujer (2021). ¡Avancemos en nuestro hogar! Herramientas para la Igualdad de Género y la Corresponsabilidad. Guía dirigida a las familias y sus integrantes. Disponible en: https://lasninaspueden.cl/wp-content/uploads/2021/06/Guia-%C2%A1Avancemos-en-nuestro-hogar-Herramientas-para-la-igualdad-de-genero-y-la-corresonsabilidad.pdf
  3. Instituto de Mujeres, “La corresponsabilidad también se enseña”, Disponible en: https://www.inmujeres.gob.es/areasTematicas/AreaEducacion/MaterialesDidacticos/docs/GuiaCorresponsabilidad.pdf

Fuente: Boletín N°1: Promoviendo la conciliación y la corresponsabilidad en Educación Superior, Comisión de Equidad de Género de la Red G9.

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