Columna de opinión del Rector Ignacio Sánchez, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, publicada en Foro de Educación Superior AEqualis el 30 de mayo.

Durante la pandemia, las universidades se vieron interpeladas a transferir conocimiento y propuestas innovadoras que aportaran soluciones a los problemas más acuciantes de la sociedad. Así, su rol público quedó nuevamente demostrado. Fueron múltiples las formas en que las universidades -trabajando en red- aportaron en la entrega de propuestas de soluciones a los variados problemas que nos ha presentado la pandemia.

En un permanente trabajo conjunto de la Universidad Católica con otras universidades, se entregó apoyo para la toma de decisiones desde disciplinas como la medicina, las ciencias, ingeniería, la psicología, el diseño, la educación y la economía, entre otras.  Algunos de estos apoyos fueron en la forma de documentos, como los lineamientos éticos en la atención de pacientes en situación de pandemia; los manuales de apoyo a personal de salud y pacientes (Primeros Auxilios Psicológicos; Enfrentamiento y soporte del duelo en profesionales de la salud y otros). Además, en otras propuestas se entregaron los documentos “Crisis económica en tiempos de pandemia por COVID-19” y “Propuestas de Educación”, con análisis realizados por investigadores pertenecientes a varias universidades.

Por otra parte, con la Universidad de Chile y Universidad de Concepción sumamos capacidades investigativas y creamos la plataforma iCOVID, con la finalidad de poner a disposición de la ciudadanía datos científicos de la pandemia. En contacto con los Ministerios de Salud y Ciencias, aportamos con la entrega de información confiable que permitiera a las autoridades tomar decisiones de manera oportuna. En otro ámbito, presentamos los ventiladores mecánicos invasivos de emergencia rápidos y seguros (VEMERS), desarrollados en la Facultad de Ingeniería UC. Una tecnología local que permitió entregar una respuesta efectiva y de bajo costo, que se está usando en hospitales de nuestro país, con proyección a Latinoamérica.

Sin duda, uno de los aportes más importantes de la UC fue el trabajo para lograr el acuerdo de realizar el estudio de investigación clínica Fase III a través del Instituto Milenio y un Consorcio de universidades, con el laboratorio Sinovac Biotech, que junto con avanzar en el conocimiento de la respuesta inmune del grupo de adultos mayores, posibilitó de esta manera poder contar con información clave para la implementación de la campaña de vacunación masiva a los grupos de mayor riesgo en nuestro país. Así también, desde el contacto científico, la UC abrió las puertas para los acuerdos comerciales gracias a los cuales pudimos acceder a las dosis necesarias de una vacuna (Coronavac) con la que se ha podido desarrollar la mayor parte de un gran proceso de inmunización masiva. Este trabajo coordinado con los Ministerios de Salud, Ciencias y Relaciones Exteriores, traspasando el acuerdo original que firmó la Universidad Católica en junio del año pasado al Minsal, colaboró en hacer realidad las propuestas de una campaña de vacunación que se planteó de manera precoz en nuestro país. Todo esto muestra la importancia del trabajo en red, con el sector público y privado, la academia y la sociedad civil.

Lo descrito son sólo algunos ejemplos de lo que ha significado el aporte de la investigación, innovación y transferencia de la UC y de un sistema universitario que ha trabajado integrado al manejo de la pandemia. Esto nos demuestra la importancia de fortalecer nuestras universidades, en los ámbitos de la formación de personas y de la creación de nuevo conocimiento al servicio del desarrollo del país.

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