A días de entregar la rectoría de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Christian Schmitz Vaccaro, abordó diversas temáticas. Entre ellas, los más de cinco años de trabajo al frente de la casa de estudios, los avances institucionales y académicos, el aporte en medio de la pandemia y la participación en el Cruch.

El rector de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc) está a dos días de entregar el cargo. Y en la hora del adiós tiene muchas cosas que contar, sobre todo, después de cinco años y medio a cargo de una de las casas de estudios más importantes del sur de Chile.

El desarrollo institucional, múltiples avances en materia académica y el fortalecimiento de las relaciones con otras universidades que forman parte del Consejo de Rectores (Cruch) son algunos de su logros.

El académico y abogado comenta cómo fue encabezar la casa de estudios, destacó los avances y animó al personal de la universidad a seguir trabajando por la misma línea, haciendo un llamado a mantener la cercanía entre toda la comunidad universitaria.

– ¿Qué balance puede hacer de su gestión al frente de la Ucsc?

– Asumimos en 2016 con un equipo muy dinámico y pudimos generar nuevos impulsos, consolidar a la universidad y completar el desafío pendiente de aquel entonces: la acreditación en el área de la investigación. Tuvimos grandes hitos. Celebramos los 25 años de la Ucsc, luego estábamos en la fase final de un proceso de autoevaluación y acreditación y construimos un nuevo plan de desarrollo estratégico. Salimos de todos estos desafíos en 2016 y establecimos nuevos acentos en la gestión universitaria en el sentido de mejorar nuestra imagen como universidad, nuestra productividad y visibilizar nuestro quehacer académico hacia el exterior.

– ¿Cuáles fueron los principales ejes de trabajo?

– Todo esto se enfocó en tres ejes: universidad innovadora y promover la innovación universitaria; la mejora del diálogo intracomunitario en la universidad; y el sello valórico. Luego, esta idea de los tres ejes se vio plasmada en el plan de desarrollo estratégico 2017-2021. Con ella logramos revitalizar la universidad con una imagen más allá de las regiones con mayor cercanía y conciencia de la historia institucional. Los años siguientes fueron de mucho trabajo interno en que hubo una división entre los desafíos internos centrados en avanzar en el plan de desarrollo, en el proceso de autoevaluación y en el plano externo, con el debate de la reforma educacional con posiciones contrapuestas en el Cruch, G9 y Cuech en los que intervenimos activamente asumiendo una posición conciliadora, de promover el diálogo y equilibrio de intereses que eran muy necesarios. Fuimos muy activos en ese plano y en la agrupación de universidades regionales. Mirando hacia atrás, fueron años hermosos e inolvidables con muchas relaciones sociales.

– De acuerdo a su experiencia, ¿qué pilares podría mencionar como primordiales en su gestión?

– Cuesta posicionar unos sobre otros. Creo que uno de los fundamentales fue el espacio de convivencia. Nos enfocamos en espacios comunicacionales con mucha cercanía con la gente al interior de la universidad. Las reuniones y el trabajo en equipo fueron fundamentales. Nos alineamos todos detrás de los objetivos. Las autoridades superiores y el equipo más cercano a rectoría avanzaron en base a cohesión y espíritu de trabajo. Se forjó un grupo muy bueno donde destaco el afecto entre las personas y las diversas direcciones de la Ucsc. Además, generamos varias actividades que se enmarcan en función de la gente como, por ejemplo, el día del trabajador universitario, actividades de solidaridad y actividades de reflexión en Fiestas Patrias, Navidad y muchas obras espirituales.

– En lo académico, ¿cuáles fueron los avances más destacados?

– Reformulamos la carrera académica con una articulación de distintos instrumentos como el convenio de desempeño académico individual, luego la evaluación académica, de manera de generar incentivos que promueven las actividades de docencia. Establecimos un sistema de objetivización de méritos de manera de generar compensaciones idóneas para esto, específicamente, para la investigación e innovación. De 80 publicaciones en 2015, hoy estamos en 300 de enero a mayo. Esto es un salto exponencial gracias a este sistema de incentivos y a la contratación de nuevos académicos. Bajamos la tasa de deserción de las carreras, mejoramos la adjudicación de proyectos y de capital humano. Podemos decir que la Ucsc es un lugar preciado para trabajar, con buen clima laboral, espíritu universitario y comunitario, además de un sello valórico de integridad y probidad.

– El 2020 cambió todo de manera radical con la llegada de la pandemia, ¿cómo fue el proceso de reestructuración de clases y qué aporte ha realizado la Ucsc al combate contra la Covid-19?

– La pandemia nos pilló de sorpresa. Fuimos la primera universidad de la Región que cerró sus puertas por un caso Covid-19. Activamos planes de emergencia para la continuidad operativa en docencia y actividades administrativas. Mejoramos el funcionamiento de nuestra plataforma, que muchas veces no se utilizaba. Capacitamos a nuestros académicos e impusimos nuevos estándares de enseñanza y aprendizaje. Adquirimos licencias Zoom para los académicos y reaccionamos con becas y bastante ayuda para los estudiantes. Así superamos el tema académico. Además, colaboramos en la emergencia con programas de ayuda. Son muchos temas que siguen vigentes. En lo netamente sanitario, aportamos con centros de trazabilidad, laboratorio de diagnóstico Covid-19 y mucha investigación. Nuestros estudiantes también han sido muy requeridos en la pandemia. Están activamente desplegados en los centros de salud de la Región.

– ¿De qué manera puede evaluar su participación en el Cruch?

– Es una institución que tiene una trayectoria reconocida en Chile y el mundo. Creo que hay una fisura en la convivencia tras el proyecto de ley de reforma a la educación superior. Hay una diferencia entre universidades estatales y no estatales que deben superar. Hay que volver a unirse para participar de las nuevas políticas públicas. Debe primar lo común por sobre las diferencias. No hay que mirar tanto los temas financieros y centrarse en el diálogo y la unidad, enfocado en el proceso constitucional que debe consagrar el derecho a la educación. Hay conflictos de intereses que deben superarse.

– En el momento de la despedida, ¿algunas palabras a la comunidad universitaria?

– Agradezco el respaldo que recibí en estos más de cinco años. Hubo muchas personas que me apoyaron dentro y fuera de la universidad. Agradezco el cariño, el apoyo y el compromiso que me demostraron siempre. Hubo respaldo en momentos claves y grandes hitos que requirieron el apoyo de toda la Ucsc. Hago un llamado a apoyar al doctor Cristhian Mellado, quien asume el desafío. Tengo la certeza que estará altura de los difíciles pero atractivos desafíos que la universidad tiene por delante. A toda mi comunidad universitaria, muchas gracias por el cariño.

Fuente: Diario Concepción, publicada el 30 de mayo.

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