La preocupación por el desfinanciamiento de las Universidades y sus efectos en la formación de sus estudiantes, fue uno de los principales temas de la reunión sostenida por el grupo de vicerrectores y encargados de asuntos económicos.

vre G9

Conformada por los vicerrectores y encargados de asuntos económicos de la Red de Universidades Públicas no Estatales G9, este grupo tiene como propósito analizar la situación financiera de sus instituciones y las repercusiones que las políticas públicas pudieran tener en ellas.

En este sentido, los representantes de la Red G9 llegaron hasta la Universidad Católica de Temuco para conversar sobre las problemáticas que se están presentado desde el punto de vista del financiamiento de cara al 2019. Así lo informó el coordinador de la red Álex Paz de la Universidad Católica de Valparaíso quien comentó que “la discusión hoy se centra a propósito de algunas limitaciones que están establecidas en la reforma de educación superior y que nos están afectando el financiamiento de las universidades del G9, pero también a todas aquellas adscritas a la política de gratuidad. En ese marco – explica – hemos ido planteando ante el Ministerio de Educación y ahora también ante el Congreso, una situación de desfinanciamiento importante en la que van a caer las universidades. Hemos tenido ya algunos casos bien complejos, como el caso de la Universidad privada Diego Portales, porque las instituciones han debido abordar un déficit anterior que tiene que ver con la regulación de aranceles que se estableció, la limitación de vacantes y ahora, hay que sumar una nueva situación que tiene que ver con que los estudiantes que pierden la gratuidad deberán ser financiados, en una buena parte, por las instituciones y esto es una situación transversal a las universidades”, señaló Paz.

Según explicaron, entre el 30 al 35% de los estudiantes universitarios terminan a tiempo sus carreras, pero hay un gran porcentaje que se extienden en dos o tres años y eso afectará las arcas universitarias. “Este retraso en el egreso por parte de los estudiantes va a suponer que las instituciones debamos financiar estos años, asumiendo un costo adicional al que ya traemos, y no es un costo menor, porque hemos calculado a nivel del G9 que serían alrededor de 10 mil millones de pesos entre todas las instituciones; y si eso lo extrapolamos al Consejo de Rectores, la suma aumenta a más de 30 mil millones de pesos. Creemos que estos montos son muy importantes para los presupuestos de las universidades y que es posible abordarlos desde el presupuesto fiscal, en ningún caso, con cargo al estudiante, sino con un financiamiento especial por parte del Estado que permita disponer de ellos sin afectar la calidad de la educación que se imparte en las instituciones de educación superior”, explicó Álex Paz.

Finalmente, informaron que desde marzo han estado planteando esta situación ante el MINEDUC y el CRUCh sin contar con una respuesta positiva. “Esperamos – dice el coordinador de la Red – que para la discusión presupuestaria del año 2019 podamos ver alguna luz de esperanza a través de una mesa técnica-política de trabajo entre los parlamentarios, el Ministerio de Educación y las propias Universidades para buscar en conjunto alguna alternativa que permita palear este problema, pero por ahora no hay una solución, y por eso es tan importante reunirnos y coordinarnos para mantenernos informados y con eso poder aportar a la discusión que tengan nuestros rectores en estas instancias de trabajo”, concluyó el representante de la Red de vicerrectores y encargados de asuntos económicos del G9.

Situación UC Temuco

En cuanto a la situación que la Universidad deberá afrontar ante este panorama, el vicerrector de Administración y Asuntos Económicos, Marcelo Toneatti señaló que “como Universidad, nosotros tenemos una preocupación y también una ocupación en adaptarnos a un nuevo sistema de financiamiento universitario que significa, por un lado, la buena noticia que muchos jóvenes pueden estudiar gratuitamente, con el cofinanciamiento del Estado y de las instituciones de educación superior que dejan de percibir recursos importantes. En el caso de la UC Temuco, para el ejercicio 2019, la Universidad dejará de percibir alrededor de 1300 millones de pesos, por lo que estamos en un proceso de adaptación a una nueva realidad que irá acrecentando este “aporte a la gratuidad” de las instituciones, lo que probablemente signifique que en pleno ejercicio, este aporte supere los 2 mil millones de pesos, que son recursos que la Universidad no va a percibir”.

En este sentido, el Vicerrector Toneatti aclara que la Universidad está preparándose para absorber el impacto que esta situación significará. “Estamos tratando de ser más eficientes en el uso de los recursos, adelantando inversiones y promoviendo en toda la comunidad universitaria nuevas formas de ingresos de recursos. Esas son las tareas principales que nos preocupan a los vicerrectores de finanzas del G9 que nos hemos venido reuniendo a partir de la generación de este nuevo sistema para la educación superior, preocupados y comunicando las restricciones que supone esta nueva ley”, agrega.

A pesar del panorama, el llamado que el Vicerrector Toneatti realiza a la comunidad universitaria es de tranquilidad, “debemos ser capaces de confiar en nosotros mismos – dice Toneatti -. Así cómo hemos hecho vivir la Universidad por 60 años, nada nos impedirá vivir otros 60 años. Tenemos las capacidades, las personas y el compromiso de la comunidad, lo que va a generar las alternativas para mejorar la situación. No se trata sólo de sobrevivir, sino que de seguir creciendo, proyectando y avanzar para contribuir al desarrollo de nuestra región” señaló finalmente el Vicerrector de Administración y Asuntos Económicos de la UC Temuco.

Fuente: Dirección de Comunicación y Marketing, Vicerrectoría de Extensión y Relaciones Internacionales, UC Temuco.

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