En la localidad de El Salado, en la comuna de Chañaral, el ministerio de Vivienda y Urbanismo entregó las 92 viviendas del barrio ecosustentable «Oasis de El Salado». De esas familias, 48 corresponden a damnificadas por los temporales y aluviones del 2015, y las otras 44 fueron beneficiadas pues se encontraban contabilizadas en el déficit habitacional de la comuna.
Este conjunto, que fue diseñado por el Centro UC de Innovación en Madera, fue evaluado en su eficiencia energética, obteniendo una calificación de 84%, lo que las convierte en las viviendas sociales más eficientes energéticamente del país.
“Es una tremenda noticia, un gran evento el que estamos viviendo. Son muchas familias las que ven hoy cumplido su sueño, en viviendas definitivas, de alto estándar y eficientes energéticamente. Con este hito, estamos lanzando nuestro sello de eficiencia energética respecto de viviendas sociales”, señaló el ministro de Vivienda y Urbanismo, Cristián Monckeberg.
En tanto, el director del Centro UC de Innovación en Madera, Juan José Ugarte, enfatizó en el impacto que van a tener estas construcciones en las personas. “Estas son las primeras casas entregadas en la historia del Ministerio de Vivienda que obtienen la más alta calificación energética, esto es tipo A, la mejor, que hasta hoy solo habían obtenido unas pocas viviendas privadas de altísimo costo en Chile. Este reconocimiento a sus características no queda solo en el papel ni que anticipa un impacto muy positivo en el día a día del hogar”, explicó.
La eficiencia energética de estas construcciones refleja un cambio de paradigma que va de la “escala de vivienda” a “escala de barrio” transitando de “vivienda sustentable” a “barrio ecosustentable”. En este sentido, las casas diseñadas por el Centro UC de Innovación en Madera se caracterizan por ser viviendas de dos y tres pisos, en el caso del “Oasis de Chañaral”, y uno y dos pisos en el caso del “Oasis el Salado”. Las casas de ambos barrios tienen una dimensión de entre 55 y 59 m2 construidas en paneles prefabricados de madera impregnada, con un sistema solar térmico para obtener agua caliente sanitaria; paneles fotovoltaicos para generación de electricidad y una planta de tratamiento de agua servida para el riego de huertos comunitarios y reciclaje. Además, las áreas comunes cuentan con huertos comunitarios, juegos infantiles y máquinas de ejercicios, rampas para accesibilidad universal y cierres perimetrales.
Este conjunto habitacional fue construido bajo innovadores criterios, fruto de una alianza público-privada donde participaron CORFO, a través del Programa de Becas de Capital Humano que benefician a trabajadores de Chañaral; el “Programa Estratégico Meso-Regional Industria de la Madera de Alto Valor (PEM)”; Corporación de la Madera (CORMA) a través de “Madera 21”; y la asociación con el Instituto Forestal, el Centro UC de Innovación en Madera, la Universidad del Biobío, la Universidad de Santiago de Chile, la Universidad de Concepción, el IDIEM, la CONAF, entre otros.
Las viviendas corresponden al proceso de reconstrucción iniciado tras los aluviones que afectaron la zona en 2015. De esta manera, el Plan de Reconstrucción desarrollado por el MINVU comprometió una acción integral en las escalas ciudad, barrio y vivienda; se trabajó para actualizar los instrumentos de planificación territorial, reparar los daños provocados en espacios públicos (plazas-parques-vialidad); y construir 4 nuevos conjuntos habitacionales en las comunas de Chañaral y Alto del Carmen. Así, para un universo de 7.364 soluciones, un 95% están terminadas (7.023), un 4% en ejecución (260) y un 1% espera iniciar obras (81).
Innovadora construcción en madera
Considerando las características climáticas de la región, las viviendas del conjunto “Oasis de El Salado” fueron diseñadas en madera para mantener temperaturas interiores de confort la mayor parte del tiempo y, en forma pasiva (sin necesidad de calefacción o enfriamiento). Entre las principales características que permiten conseguir este confort adecuado al interior de las viviendas destacan:
– 100% de los vidrios de las viviendas orientados en dirección norte o sur (evita orientación poniente, de mayor asoleamiento).
– Diseño de aleros de protección solar en fachadas norte.
- Incorporación de aislación térmica que evita pérdidas de calor durante noches frías.
– Incorporación de sobrelosas de hormigón (inercia térmica, acumulación de calor) que permite administrar las ganancias de calor.
– Estrategias de ventilación natural que permitan reducir el sobrecalentamiento de los recintos.
Según estudios, el 99% de las horas del año las viviendas contemplarían temperaturas entre 15°C y 25°C, concentrando las temperaturas entre 20°C y 25°C mayoritariamente durante las horas del día.
Fuente: Jesús Fuentevilla, periodista Centro UC de Innovación en Madera.