En Diálogos USM se exploraron los argumentos a favor y en contra de un futuro cambio constitucional, bajo la conducción de las periodistas Mirna Schindler y Constanza Santa María, con la participación de los especialistas en Derecho John Charney y Natalia González.

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Con el objetivo de abrir espacios de conversación con miras al próximo Plebiscito Nacional, que tendrá lugar el domingo 25 de octubre, la Universidad Técnica Federico Santa María dio comienzo al ciclo de conversatorios “Diálogos USM”, en el que figuras especialistas expusieron y analizaron en profundidad preguntas en torno a la Constitución Política del Estado y las opciones de “Apruebo” o “Rechazo”.

El lunes 5 se llevó a cabo la primera jornada, titulada “¿Por qué cambiar la actual constitución?”, instancia presentada por Mirna Schindler, periodista de Radio ADN, y que contó con la exposición de John Charney Berdichewky, abogado y Doctor en Derecho del King’s College London.

El Ciclo continuó este martes, donde el diálogo se centró en la pregunta opuesta al día anterior, “¿Por qué mantener la actual Constitución?”, en este caso presentado por la periodista de Canal 13, Constanza Santa María, y con la exposición de Natalia González, abogada y Máster en Derecho de la Universidad de Chicago.

Cambiar la Constitución

Respecto a las razones detrás de la postura que reconoce la necesidad de una nueva Constitución Política, el académico John Charney expresó que existen múltiples respuestas y argumentos, siendo el más directo que la actual carta “ya no satisface las demandas de la ciudadanía”.

“La Constitución funciona como una bisagra” dijo, agregando que “es un puente que permite articular las demandas ciudadanas y canalizarlas a través de las vías institucionales, de modo tal que estas puedan ser procesadas a través del sistema político. Creo que hemos sido testigos de cómo en los últimos 15 años, y quizás durante más tiempo, un conjunto de demandas tales como por la educación, previsión social, salud, el reconocimiento de los pueblos indígenas y tantas otras, han sido levantadas por la ciudadanía y, sin embargo, no han sido procesadas por el sistema político”, sostuvo el Dr. Charney.

“La Constitución en una buena medida tiene que hacerse cargo de aquello. Cuando esto no ocurre, tal como sucede en una olla a presión, las demandas ciudadanas se acumulan y terminan por explotar, así como explotaron el día 18 de octubre del año pasado”, agregó el especialista.

Asimismo, otro de los factores que se analizó fue la legitimidad del documento en relación a su origen, ya que la actual Constitución Política fue promulgada durante la dictadura militar de Augusto Pinochet en 1980, fecha después de la cual, ha tenido una serie de reformas que la ubican como “la Constitución más modificada de la historia de Chile desde 1828”.

“La Constitución se ha transformado en una tremenda barrera, en un límite infranqueable que lo que hace es mantener el proyecto de la dictadura que se construye a su alero”, sentenció el Dr. Charney. “A pesar de todas las transformaciones, reformas, y de que actualmente lleva la firma del presidente Lagos, esa Constitución sigue resguardando el orden impuesto por la dictadura, y en ese sentido sigue siendo la Constitución de la dictadura”.

Mantener la Constitución

En la segunda jornada de Diálogos USM, con la presentación de la periodista Constanza Santa María y la participación de la abogada Natalia González, se analizó la opción del “Rechazo” a través de la pregunta “¿Por qué mantener la actual Constitución?”.

“Creo que la Constitución actual no tiene nada que ver con la Constitución de 1980, y tampoco tiene nada que ver con la Constitución de 1989. Recordemos que la de 1980 en realidad nunca entró a regir en democracia, porque una vez que gana en el plebiscito de 1988 la opción del No, se comienza un procedimiento político para introducir reformas, que se pactan en el año 1989. Por eso, creo que es más apropiado hablar de que ésta es la ‘Constitución de la transición’ más que la Constitución de 1980”, afirmó González.

“La Constitución actual fija un marco que, a diferencia de lo que hoy se sostiene, le permitió a la Concertación ir delineando un diseño de políticas públicas y políticas para este país que resultó tremendamente exitoso”. continuó la especialista, también directora de Asuntos Jurídicos y Legislativos en el Instituto Libertad y Desarrollo.

“Pienso que no es necesario un cambio constitucional para abordar las necesidades del Chile de hoy”, añadió. “Para mí, la clave está en el sistema político, en cómo acercamos a los dos poderes colegisladores, cómo hacemos para que el Poder Judicial no se transforme en un poder colegislador como lo ha hecho en el último tiempo. Cómo hacemos conversar mejor a los poderes del estado”.

“Para hacer eso, desde mi perspectiva, tú no necesitas una nueva Constitución. Eso está alojado solo en un par de capítulos puntuales en la actual Constitución, el sistema electoral se puede reformar con un quórum elevado. Si el meollo del asunto está ahí, podríamos haber sacado la reforma necesaria en un brevísimo plazo, con un congreso, no con dos, y no con la incertidumbre que el proceso despierta para los actores”, sostuvo la abogada.

Durante ambos conversatorios se acogieron preguntas planteadas por el público a través de las plataformas Zoom y Facebook Live, generando una conversación que permitió a los espectadores entender con mayor profundidad los aspectos que se han instalado en el actual debate nacional por el Plebiscito.

Fuente: Noticias USM.

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