Carta al director de los rectores del G9, Rector Ignacio Sánchez de la PUC, Rector Carlos Saavedra de la UdeC, Rector Diego Durán de la U. Católica del Maule, Rector Christian Mellado, de la UCSC, Rector Rodrigo Alda de la U. Católica del Norte, Rector Claudio Elortegui de la PUCV y Rector Aliro Bórquez de la U. Católica de Temuco y Presidente RedG9, publicada en El Mercurio, edición 20 de noviembre, cuerpo A, página 2.
Señor Director:
Quienes firmamos esta declaración nos hemos congregado en un acto de amistad cívica con el fin de dar una señal clara al país de que hoy más que nunca debemos cuidar la democracia, y en especial, debemos cuidar a Chile. Hemos estado preocupados por el tono del debate, que se ha transformado en un espacio para la invalidación del otro, para la difusión de noticias falsas y en el que los espacios de debate han dado paso a dinámicas destructivas que dañan a las personas y a toda la sociedad.
Debemos reconocer que al interior de nuestra sociedad desde diferentes sectores nos hemos excedido, sea usando la plataforma de las instituciones, por las redes sociales o simplemente en el contacto personal y cotidiano. Nos hemos fallado a nosotros mismos y también al país. Debemos ser los primeros en reconocer nuestros errores. Escribimos para plantear la construcción de un nuevo pacto, en el que, desde el reconocimiento de estas faltas colectivas y personales, construyamos desde lo positivo, como una señal de cuidado social y comunitario.
Por supuesto sin renunciar a nuestras ideas, creencias y planteamientos y para contribuir al país, nos comprometemos a cuidar cada uno de nuestros gestos y palabras para colaborar con el desarrollo de una sociedad plural que sea acogedora, respetuosa, cálida y responsable, entendiendo que Chile es la casa de todos y todas. Queremos plantear un nuevo pacto de sana convivencia nacional, que se pueda fundar en el diálogo, en el respeto recíproco, en la escucha activa, en la valoración de lo diverso, en la confianza y en la capacidad de reconocer errores, para pedir perdón y enmendar rumbos.
Nos comprometemos a evitar toda violencia, sea en el espacio físico y también virtual, y a promover así en cada uno de nuestros entornos una cultura del diálogo y de la paz. Se nos acaba el tiempo. Si nos seguimos polarizando de esta forma con nuestros gestos, dichos y actitudes, entraremos en una espiral de conflicto irreparable de la que va a ser muy difícil salir. Requerimos un cambio de actitud hoy; a eso nos comprometemos y a eso convocamos.