Un 64,5% de la población chilena usa redes sociales como principal actividad de internet y un 42% se informa a través de ellas, el doble de los que recurren a un diario, sea impreso o digital (Encuesta Bicentenario, 2016). El 81,9% del acceso a Internet se realiza desde móviles, y el 92,3% del mismo corresponde a navegación por smartphone (eMarketer, 2016).
Ante esta realidad, la Compañía General de Electricidad Distribución (CGE) junto a expertos de la Universidad Católica desarrollaron la primera guía oficial de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior y Seguridad Pública (ONEMI):“Cómo comunicaRT en casos de #Emergencias”, una herramienta que enseña tanto a ciudadanos, municipalidades, establecimientos educacionales, medios digitales de comunicación y empresas de servicios básico cómo utilizar las redes sociales en situaciones de desastre.
“Contiene un protocolo de comunicación y respuesta con una gestión comunicacional efectiva para el antes, durante y después de un desastre o crisis medioambiental. Para esto tomamos las principales plataformas sociales: Facebook y Twitter, y a partir de manuales y modelos de organismos internacionales, como la Cruz Blanca, sistematizamos toda la información que existe y la ajustamos a datos de nuestro país”, explicó Daniel Halpern, académico de Comunicaciones UC y director de Tren Digital.
En esta guía hay recomendaciones sobre: ¿Qué plataforma conviene utilizar?; Funciones de los medios sociales según etapas y crisis; ¿Cómo conseguir un Community Manager (CM)?; Hashtags: potencia la red de acción y comunicación; Recomendaciones para el manejo de la credibilidad de información; ¿Cómo puedo autentificar mi cuenta?, entre otras.
Además, da herramientas para identificar noticias falsas y realizar mejores labores de búsqueda online. “Te aconseja, por ejemplo, hacer una búsqueda de imágenes inversa en Google para identificar si esa noticia es falsa o no, viendo el origen de la imagen que se usó y así detectar si fue manipulada”, agregó Halpern.
“Fake news”
En julio de 2015, un mensaje de Whatsapp falso llegó a miles de teléfonos, anunciando que se generaría un desabastecimiento de bencina a nivel nacional por causa de un paro. La gente creyó este rumor y ocasionó que las bencineras colapsen con autos buscando llenar su estanque. (BioBio, 2015).
El académico UC explicó que en situaciones de emergencias, “lo primero que se usa es el WhatsApp porque es cerrado y las personas quieren saber cómo están sus familiares y amigos. Twitter, en cambio, es informativo y te muestra el quehacer de lo que está pasando; y Facebook es más ampliado y se usa cuando quieres avisar a tus contactos que estás bien”.
Hasta hace unos meses, Twitter permitía redactar mensajes en sólo 140 caracteres, pero ahora este número aumentó a 280. Esta plataforma es la más vulnerable para la creación de perfiles falsos por parte de usuarios que buscan generar desconfianza en la comunidad y dañar la imagen de distintas instituciones y personales. “Esto ocurre porque es una plataforma de presentación simple, que sólo pide una foto y una breve información sobre el usuario o institución. Y porque sus usuarios son muy impacientes y esperan recibir una respuesta muy rápida”, se cita en uno de los capítulos de esta guía.
“En Twitter siempre hay que revisar que la URL o el usuario no tengan pequeños cambios, como por ejemplo, un número extra o un guión bajo, porque si es así lo más probable es que sea una cuenta falsa”, finalizó Halpern.
Descarga la guía “Cómo comunicaRT en casos de #Emergencias” aquí: http://bit.ly/2Q1aazv