Señor director:
Cuando las universidades regionales cuentan con 220 mil estudiantes (71% del Cruch y 33% del total de universidades) y 20 mil docentes e investigadores, y su quehacer está fuertemente ligado al desarrollo local, es indispensable que la reforma a la educación superior considere las particularidades de la realidad geográfica y territorial en que se encuentran nuestros planteles, que distan de lo que ocurre en la capital.
El fuerte centralismo repercute en los dispares niveles de desarrollo que alcanzan las regiones en áreas sensibles para la comunidad como salud, transporte, vivienda y, por cierto, educación.
Los datos hablan por sí solos: el 89% de los estudiantes de universidades regionales del Cruch proviene de colegios municipales y particulares subvencionados, versus el 69% en las universidades de la Región Metropolitana; el 68% pertenece a los tres quintiles con menores ingresos mientras que en Santiago esa cifra alcanza un 49%; y el promedio PSU llega a 570 puntos para los de regiones en comparación con los 624 de la capital.
En este escenario de marcadas diferencias, las universidades hacen esfuerzos por minimizar estas disparidades, que de no corregirse perpetúan las desigualdades entre los habitantes de la capital y del resto del país. Los esfuerzos por atender a estudiantes carenciados académicamente, nivelarlos y transformarlos en profesionales competentes al servicio de su región, no son reconocidos pese a su valor. Qué decir de los esfuerzos titánicos por retener a docentes e investigadores que constantemente son tentados a migrar a la capital.
Las universidades regionales se caracterizan por ser parte esencial del desarrollo de las regiones, asumiendo sus problemáticas con el objetivo de dar respuesta a necesidades concretas para tener un país más igualitario en un sentido geográfico.
El debate del proyecto no debe obviar la realidad de las universidades regionales, caracterizado por desigualdades sociales, económicas y territoriales que pese a los esfuerzos de gobiernos recientes persisten.
PUBLICADA en La Tercera / Viernes 08 de julio de 2016
Christian Schmitz V., Rector Universidad Católica de la Santísima Concepción