El Ministerio de Educación ha convocado a un encuentro nacional sobre “Institucionalidad de la Educación Superior en Chile”, que se realizará los días 16 y 17 de Octubre próximos, al cual están invitados los principales actores del sistema y el que se espera contribuya de manera sustantiva al debate académico y social sobre la institucionalidad de la educación superior que queremos para nuestro país.
Si bien el tema es muy amplio, uno de los puntos en que se centrará el debate será, seguramente, la propuesta de institucionalidad efectuada por la Comisión Asesora Presidencial sobre ciencia, tecnología e innovación. Sobre el particular, existe consenso en la necesidad de una nueva estructura estatal para la ciencia y tecnología en Chile, que facilite la articulación de actores y recursos en forma coordinada, que permita la optimización de los mismos y que responda a una mirada estratégica con visión de país. Por ello es que la propuesta elaborada por la Comisión Asesora Presidencial satisface varios de estos objetivos.
Así, la pertinencia y oportunidad de la creación de un ministerio que aborde estas materias está ampliamente justificada, pero se requiere que su estructura sea lo más dinámica posible y carente de toda burocracia, y cuyo diseño propenda a una gestión destinada a la promoción y coordinación de la actividad científica y tecnológica.
No obstante, la idea incorpora algunos elementos y definiciones que no apuntan necesariamente hacia el mismo propósito.
En este contexto, la propuesta de la comisión de agrupar en este ministerio las temáticas de educación superior, ciencia, tecnología e innovación, es una base que ayudará en el debate, pero que sin duda será objeto de discrepancias por dos motivos esenciales: porque resulta necesario evitar la subordinación de la educación superior a la ciencia, tecnología e innovación y porque, en general, los problemas de la educación superior exceden largamente a los temas científicos, por lo cual conducirlos desde una misma cartera podría producir una interferencia, que no es buena para ninguna de las dos áreas.
Por otro lado, la propuesta también considera incorporar en el nuevo ministerio una agencia de financiamiento institucional y estudiantil, lo que también es difícil de justificar, a diferencia de lo que sucede con la propuesta de insertar en el seno del nuevo ministerio todas las agencias de financiamiento, como Conicyt, Innova y otras.
Por cierto, ello es absolutamente racional, debido a las economías de escala que generaría, así como por la necesaria coordinación que se requiere para que no se produzcan duplicidades de instrumentos y de costos.
Sin embargo, quizá más importante, es que evitará que se produzcan diferencias de enfoques, estrategias y prioridades, lo que es indispensable para que Chile continúe avanzando por el camino de la ciencia, innovación y tecnología, como pilares fundamentales para lograr el desarrollo pleno del país.
Sergio Lavanchy Merino
Rector de la Universidad de Concepción
