En el marco del debate prelegislativo sobre la Reforma a la Educación Superior convocado por la Comisión de Educación de la Cámara Baja, en la sesión del martes pasado presentaron los puntos de vista de la Red sus vicepresidentes, los rectores de la Universidad Técnica Federico Santa María, Darcy Fuenzalida; y de la Universidad Austral de Chile, Óscar Galindo; además del rector de la Universidad Católica del Norte, Jorge Tabilo.
Como una forma de visibilizar los planteamientos de las instituciones que integran la Red de Universidades Públicas no Estatales – G9 respecto de la Reforma a la Educación Superior, sus rectores recientemente han concurrido a distintos foros.
El martes 10 de mayo, en atención a la invitación que cursara la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados a la Red, los rectores de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), Darcy Fuenzalida; de la Universidad Austral de Chile (UACh), Óscar Galindo; y de la Universidad Católica del Norte (UCN), Jorge Tabilo, expusieron la postura de la agrupación.
En la oportunidad, también participó la directora ejecutiva del G9, Andrea Wenzel; y en representación de la Corporación de Universidades Privadas (CUP), asistió su presidenta, la rectora de la Universidad de Las Américas, Pilar Armanet; y el rector nacional de la Universidad Santo Tomás, Jaime Vatter.
Las autoridades académicas compartieron la necesidad de esta reforma y que se requieren cambios profundos en el sistema de educación terciaria.
EL VALOR DE LO PÚBLICO
Para el rector Galindo, un punto de partida es establecer por medio de un acuerdo social lo que se entenderá por universidad. “Pensamos que las universidades se definen por su rol, función y compromiso público; por la contribución que son capaces de hacer a la reflexión cultural, a la investigación, y al debate de ideas en un ambiente de libertad académica”, señaló. Además, destacó que históricamente las instituciones que integran la Red G9, y todo el Concejo de Rectores (CRUCh) han desempeñado un importante rol público.
En relación a la creación de un nuevo sistema integrado por universidades estatales, que le asigna a dichos planteles un rol distinto al que han cumplido tradicionalmente en el CRUCh, el rector Galindo dijo que el G9 tiene una posición absolutamente clara: “El país tiene que identificar un Sistema Público de Educación Superior, que por las características históricas y culturales de nuestra nación, tiene que estar integrado por universidades públicas del Estado y públicas no estatales; las cuales se han constituido por iniciativas de interés nacional”.
El trato preferente que han recibido de parte del Estado todas las universidades del CRUCh, fue otro de los puntos que enfatizó el rector de la UACh. Según explicó, en los hechos las universidades del G9 han sido tratadas como instituciones de función pública, y para todos los efectos como corporaciones de derecho público. Como evidencia citó la Ley N° 17.398 de 1971, en la cual consta dicho reconocimiento y el compromiso del Estado para proveer su adecuado financiamiento, a fin de que puedan cumplir sus funciones plenamente. Sin embargo, lamentó las distorsiones introducidas al sistema por la reforma de 1981.
En ese contexto, el rector de la USM, Darcy Fuenzalida, dijo que es necesario contar en el Sistema Educación Superior con un Consejo de Rectores que efectivamente pueda apoyar el desarrollo del país, como un órgano asesor del Estado. Según comentó, este Concejo debería estar abierto a otras instituciones, en la medida que cumplan condiciones de base como lo han hecho las instituciones que lo integran hoy, o sea que tengan un nivel de desarrollo, acreditación, inclusión y calidad −en los distintos ámbitos−, que den garantías de su aporte a las políticas públicas del país; en definitiva, que sean instituciones públicas. “Esas instituciones no responden a un grupo de interés, sino a los mejores intereses de la nación”, afirmó.
Para el rector Fuenzalida, lo que hay que diferenciar dentro del sistema de educación superior, no es lo estatal de lo no estatal, sino lo público de lo no público. Por ello, hay que definir qué es lo público. “Hemos definido un estándar de lo que es ser una institución pública, sin ser estatal”, dijo, y agregó que desconocerlo sería poner en serio riesgo el aporte que se ha hecho, desde las universidades con vocación pública y autonomía, al desarrollo de Chile.
Coincidiendo con los demás rectores en la importancia de lo público, el rector de la UCN, Jorge Tabilo, se refirió al aspecto financiero. Según explicó, debe haber un modelo de financiamiento para todo el sistema, pero particularmente para lo público, que deberá tener dos componentes: los aportes basales que van directamente a las universidades contra rendición de resultados y logro de metas, y otro para los proyectos especiales o financiamiento a la investigación. Para el rector Tabilo, estos no son sistemas disjuntos, y se puede llegar a un acuerdo que refleje la realidad del país en la materia. Asimismo, dijo que se debe considerar el impacto que tiene la naturaleza territorial del país en los costos de operaciones de las instituciones, especialmente en las que están más distantes del centro.
VÍNCULO Y COLABORACIÓN INSTITUCIONAL
“Nosotros teníamos la expectativa de que el proyecto que presentara el Ejecutivo iba a fortalecer el vínculo de nuestras instituciones, que se han caracterizado por su compromiso y función pública, con el Estado”, comentó el rector Galindo. En tanto, advirtió sobre las difíciles consecuencias que pueden generar algunos aspectos del proyecto para el desarrollo de un sistema equilibrado y para las regiones, ya que las instituciones del G9 se ubican mayoritariamente en ellas. Según el Rector, esta discusión merece una reflexión mayor, ya que no es razonable disgregar más el sistema. “Vía la reforma, se deben generar mayores niveles de cooperación y vinculación entre las instituciones que contribuyen a una misma finalidad pública”, agregó.
Para el rector Jorge Tabilo, el tema territorial en Chile es central, ya que el desarrollo equilibrado de un país tiene que ver con el aporte de sus universidades. “En la regiones para lograr desarrollo, debe haber colaboración y no competencia entre las universidades que son del Estado y las que no lo somos; eso es fundamental, y la reforma lo debe regular”, enfatizó.
Aunque el G9 comparte la idea de que las universidades de Estado deben tener una nueva regulación y ser liberadas de las trabas de funcionamiento que hoy tienen, en opinión del rector Galindo no es razonable que las universidades no estatales del CRUCh, dado su tamaño, complejidad y diversidad de actividades que desarrollan, puedan ser tratadas como cualquier oferente privado de educación superior.
DISTINCIONES, PENDIENTES Y ACIERTOS
Sobre la propuesta de crear una nueva institucionalidad, el rector de la UACh señaló que tal iniciativa es compartida en el CRUCh, como es la creación de la Superintendencia, la Agencia de Calidad y la Subsecretaria de Educación Superior. “Tenemos naturalmente diferencias y matices muy importantes en relación con funciones, características y eventuales superposiciones de roles, pero creemos que eso en el debate legislativo se corregirá”, comentó.
Respecto de la calidad, destacó la exigencia en los estándares que se deben manejar, distinguiendo claramente las instituciones que cumplen fines universitarios de las que sólo forman profesionales. Asimismo, dijo que el país tiene que mantener criterios internacionales en tal distinción, a fin de promover la complejización del sistema.
En tanto, el rector Fuenzalida realzó la calidad y prestigio alcanzado por las universidades del CRUCh, donde hay planteles que son señeros en el ámbito nacional, latinoamericano e internacional en general; siendo reconocidos como muy buenas universidades. “Este es un patrimonio que Chile ha ganado, ha apoyado el desarrollo, y lo tenemos que cuidar en la reforma. Este mecanismo, que es de provisión mixta, que tiene universidades estatales y no estatales, ha funcionado, y lo ha hecho bien”, comentó. Además, destacó los méritos y aportes de las instituciones del G9, en cuanto a investigación, acreditación, y formación de posgrado, entre otros.
Por otra parte, el rector de la UACh hizo notar la ausencia en el proyecto del fortalecimiento científico, a efecto de que las universidades puedan realmente aportar en los términos que se espera. Y, en esa línea, manifestó que es imprescindible que se contemple en la nueva ley el fortalecimiento del sistema regional, dado su positivo impacto en las comunidades locales.
Finalmente, sobre inclusión y diversidad de estudiantes, el rector Galindo señaló que es esencial contar con un sistema de admisión que reconozca adecuadamente los talentos y capacidades de los alumnos, independiente de su situación socioeconómica. En este sentido, destacó que la Reforma ha avanzado en la dirección correcta.