Estimada Comunidad Universitaria:

RECTOR ALIRO BÓRQUEZ_WEB_2Han transcurrido casi 3 meses desde aquel 17 de marzo, cuando esta pandemia que venía expandiéndose desde la lejana Wuhan tocaba las puertas de nuestra ciudad, obligándonos -al igual que a la mayoría de las universidades del país y el mundo- a tomar la drástica decisión de protegernos en nuestras casas por la peligrosidad del virus y por la seguridad e integridad de toda nuestra comunidad.

Esta repentina y compleja decisión nos llevó a realizar nuestras actividades laborales a distancia para cumplir con los desafíos institucionales y con nuestro principal servicio de formación de miles de jóvenes de la macro región sur. Demás está decir que, este enorme reto no ha estado exento de dificultades, tanto para estudiantes, funcionarios/as, académicos/as, como para sus respectivas familias.

La vulnerabilidad socio-económica de nuestros estudiantes, sumada a la pobre conectividad y rezago estructural de nuestra región, hizo que tempranamente saliéramos a entregar bolsas de datos y equipos computacionales a aquellos alumnos más desfavorecidos, junto con mantener la máxima flexibilidad en el funcionamiento de nuestros cursos, a fin de alivianar el tránsito pedagógico a esta modalidad “online”.

No obstante, a pesar del gigantesco esfuerzo que funcionarios/as y académicos/as realizan para brindar un servicio educativo de calidad en estas circunstancias de emergencia y catástrofe, un importante número de nuestros jóvenes, superados principalmente por razones socio económicas, han suspendido o renunciado al sueño de sus vidas. Aun cuando esta decisión tiene efectos en nuestra gestión anual, comprendemos y solidarizamos con ellos y sus familias. Hacemos votos y tenemos la esperanza en el mejoramiento de la situación que enfrentamos como humanidad, para que ellos retornen a nuestras aulas a continuar con este sueño interrumpido.

Sabemos que la situación socioeconómica en el país y particularmente en nuestra región, cada día se hace más compleja. Con mucha tristeza, no sólo nos enteramos de la pérdida de innumerables puestos de trabajo, sino de cómo miles de personas pasan hambre o sostienen sus necesidades básicas de alimentación con una comida al día en una olla común. La pandemia ha puesto en evidencia la fragilidad y carencia con que miles de chilenos enfrentaban las exigencias de la vida cotidiana.

Ante un desafío de esta magnitud, y reconociendo que el camino que transitamos en el presente año es difícil, complejo y lleno de dificultades, no sólo para ustedes, sino que para todo su entorno familiar, pido encarecidamente mantener las fuerzas para continuar con nuestro desafío de servir a estos diez mil jóvenes y sus familias que confían en nuestra institución.

Con afecto y gratitud,

Aliro Bórquez Ramírez
Rector
Universidad Católica de Temuco

Fuente: Noticias UC Temuco.

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