La bioquímico de la Facultad de Medicina de la UCSC, Dra. Lorena Mardones, indica que debido al estrés y a condiciones del ambiente, se generan modificaciones epigenéticas.

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Mostrar evidencia de cambios epigenéticos (expresión de genes que no obedecen a una alteración de la secuencia de ADN y son heredables), provocados por el estrés y otras condiciones del ambiente, proyectando posibles cambios postpandemia Covid-19, fue el centro de la indagación realizada por la bioquímico de la Facultad de Medicina de la UCSC, Lorena Mardones.

Hace un par de años la académica ha investigado literatura relacionada con cambios epigenéticos asociados al ambiente, centrándose, principalmente, en el efecto de consumo de vitaminas, como el ácido fólico y la vitamina C.

Ahora, en el contexto del Covid-19, y de acuerdo a los estudios que se han publicado, la población mundial sufre estrés y problemas de salud mental, debido a factores como confinamiento, distanciamiento social, incertidumbre, compatibilización de vida familiar y teletrabajo, sobrexigencia del personal de salud, inestabilidad laborar, pérdida de empleo o aumento de violencia intrafamiliar. La doctora en Ciencias Biológicas, explica que es probable que estas condiciones produzcan marcas epigenéticas heredables que afecten la susceptibilidad a enfermedades y los patrones de comportamiento de las nuevas generaciones.

“Realicé una revisión de la literatura en relación a los cambios epigenéticos provocados por el ambiente, con especial atención a los cambios inducidos por estrés. Destacan numerosos trabajos de Meaney y Col, sobre las consecuencias del cuidado postnatal en la tolerancia al estrés y el desarrollo de memoria y aprendizaje. También destacó un trabajo reciente de Chan y Col. de 2020, que demuestra que el estrés o altos niveles de cortisol, afectan el ADN de los espermatozoides en animales, provocando cambios neuronales en el feto. En éste último estudio también encontraron cambios epigenéticos en los espermatozoides de jóvenes universitarios que presentaron altos niveles de estrés y ansiedad por un tiempo prolongado”, agregó la profesional.

Los cambios epigenéticos provocados por el estrés vivido en esta pandemia se traduciría en generaciones menos tolerantes al estrés con trastornos conductuales; o baja en las tasas de natalidad, debido a los cambios en los esperatozoides.

“Me resulta sumamente interesante integrar genéticas y herencia con temas sociales, salud mental, nivel socioeconómico y alimentación, difundiendo cómo nuestro estilo de vida afecta a nuestra descendencia, desde la pre-concepción y la vida vida pre y postnatal”, concluyó Mardones.

Fuente: Noticias UCSC.

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