A más de cien días del estallido social en Chile, el rector de la Universidad Católica del Maule, repasó los principales puntos de la gestión durante estos meses y compartió su análisis respecto del sector, las transformaciones en el sistema de admisión, entre otros temas. También la autoridad universitaria llamó a los chilenos a participar en el Plebiscito Nacional 2020 de abril, proceso que lo calificó como clave para avanzar en el proceso constituyente.
¿Cuál es su análisis y opinión respecto de la baja aprobación que tiene el gobierno, en concreto la figura del presidente Sebastián Piñera? (record histórico de 6% de aprobación), según encuesta CEP ¿es viable gobernar con tan poco apoyo de la ciudadanía?
Afecta al país, es una mala noticia, no solo la de él, sino de todo el espectro político de Chile. Estrictamente uno podría decir que sean todos reemplazados, pero creo no pasa por eso. Hoy tenemos que ser capaces de salir adelante de esta situación, los distintos partidos políticos y el presidente tiene que hacer el mejor esfuerzo para en conjunto superar la crisis. Lo importante es que exista una especial preocupación por los consensos, otra cosa sería llevar al país a extremos que serían más peligrosos.
A pesar de las medidas adoptadas en respuesta a las demandas sociales sigue el descontento ¿Cuál es su posición sobre el Plebiscito Nacional 2020 que se realizará en abril?
Creo que la gente tiene que ir a votar, es muy importante el proceso constituyente que se estableció como discusión ahora y es necesario cerrarlo con el plebiscito para determinar cuál es el camino que tomaremos como país, pero también es importante que la ciudadanía sepa que no existe ninguna solución que resuelve los problemas de la noche a la mañana, ninguna. Por lo tanto, en este estallido social se levantaron las injusticias y ahora se debe trabajar para encontrar las soluciones. Ninguna de éstas es inmediata, salvo situaciones puntuales, pero debemos ser responsable con los recursos asociados y eso requiere de consensos y un trabajo de los partidos políticos, de la ciudadanía, es una tarea de todos, sino solo es postergar el estallido.
¿Es a su juicio necesario abrir más participación en este proceso para las organizaciones sociales?
La ciudadanía siempre ha tenido la institucionalidad que los representa en el parlamento, que son los partidos políticos, pero creo que sí, se debe escuchar a la ciudadanía, pero es complejo que cada grupo esté sentado a la mesa. Lo que debemos tratar de ver es que el diálogo entre la ciudadanía y los partidos políticos sea lo más fecundo posible. Posteriormente, es el voto lo que nos sirve para ir mejorando las problemáticas en Chile, lo que es parte importante del ejercicio de la democracia.
A tres meses del estallido social ¿cuál es su balance en educación superior?
Todos nos hemos visto muy impactados en distintos niveles en la educación superior. Un elemento significativo es no haber podido terminar un proceso de manera más ordenada y con el suficiente tiempo para este proceso de enseñanza-aprendizaje, también veo con mucha preocupación que se ha generado una cultura en el país basada más en los derechos que en los deberes. Me preocupa mucho que jóvenes motivados por distintos ideales actúan de manera violenta para conseguirlos y que la ciudadanía vea en ellos, víctimas y, no necesariamente también responsables de los hechos que atentan contra otras personas. La PSU, como ejemplo, es un tema emblemático y no ha habido una mirada transversal que ponga en tela de juicio esa forma totalitaria y violenta de una minoría.
¿Cómo deben estar preparadas las autoridades para las elecciones de abril tomando en cuenta lo ocurrido en la PSU?
Sinceramente vería un sinsentido que una demanda de la comunidad completa sea afectada por grupos minoritarios que intentan afectar la agenda de todo un país.
¿Cómo vive hoy la UCM este escenario?
La etapa de reflexión en nuestra institución no ha terminado, seguiremos generando mecanismos en esa línea. Lo más importante es que el estallido social dejó abiertas muchas injusticias sobre la mesa que debemos asumirlas entre todos. Ya no es solo la denuncia, sino también la propuesta, por eso la reflexión y el trabajo será permanente y de manera muy activa a partir de marzo en la UCM. Además, quiero señalar que perfectamente se puede hacer un trabajo académico orientado a eso y desde ese punto de vista no tendría sentido no hacerlo en este espacio privilegiado que tienen los estudiantes. Tener un proceso formativo arraigado en la sociedad y con impacto directo en él.
¿Qué aspectos cree usted debe cuidar y conservar de la PSU en manos del Mineduc?
Hacer un nuevo sistema de admisión requiere tiempo, la PSU que conocemos se va a transformar, pero no será de la noche a la mañana. Cualquier sistema de admisión, siempre reflejará la discriminación que existe a la base. Nuestro gran problema está a la base, nosotros tenemos un sistema donde las diferencias se perpetúan en el tiempo y debemos abordarlas en el lugar que se gestan. Todo lo otro es paliativo para que esta discriminación se regule, nivele o suavice en el impacto al momento de entrar a la Universidad, pero en ella, cada estudiante sigue manifestado la cultura que trae, lo mismo sucede posteriormente en la vida laboral, quienes tienen mejor educación tienen mejores oportunidades. Es un problema de la sociedad en su conjunto, no de un sistema de admisión.
¿Es una alternativa un bachillerato, incrementar la admisión especial o el término de las pruebas estandarizadas?
Todas esas medidas lo único que buscan es tratar de garantizar que las personas ingresen a la educación superior. Por ejemplo, la propuesta del Partido Comunista que plantea que al 2028 el ingreso a la educación superior sea universal, desde ese punto de vista la discriminación no ocurrirá en el primer año sino en el segundo. ¿Quiénes lograrán pasar exitosamente de primero a segundo año con auditorios de 300 estudiantes? Creo será exactamente lo mismo que ocurre hoy, quienes han tenido una mejor educación de base tendrán un horizonte más amplio que el resto. Por lo tanto, hoy no existe una solución inmediata que resuelva eso, esto se resolverá en la medida que la preocupación por la calidad de educación sea sistémica, eso pasa no solo por la educación, pasa también por el acceso a la cultura, a la vivienda, al trabajo, a la justicia, a la familia, son temas sobre los que debemos preocuparnos para resolver discriminaciones futuras, todo lo demás es paliativo.
Fuente: Noticias UCM.