Hasta el momento hay poca precisión, ambigüedad e inequidad en la instalación de la gratuidad vía glosa presupuestaria para 2016.
La imprecisión está dada porque las fórmulas de cálculo propuestas por el ministerio para el financiamiento de las universidades que entrarían en gratuidad no permiten cumplir lo que el propio ministerio comprometió: «Ninguna universidad recibirá menos recursos que los percibidos el 2015». Con las simulaciones actuales, al menos nueve universidades tendrían un déficit en sus presupuestos para 2016.
La ambigüedad se aprecia en que las reuniones bilaterales entre el ministerio y las universidades, que suponían un espacio de concreción de acuerdos, se han enfocado en constatar los déficits más que en explicitar el mecanismo para corregirlos. En el actual escenario de la gratuidad, la UC Temuco presentaría un déficit de $531 millones para 2016.
Esta política sigue manteniendo la triste inequidad territorial, dado que el cálculo para la gratuidad no incluyó un factor que permitiera corregir el costo asociado a la distribución territorial, entendiendo que no cuesta lo mismo formar estudiantes en regiones que en Santiago, sobre todo cuando se trata de estudiantes vulnerables. El 70% de los estudiantes de la UC Temuco están en los primeros cinco deciles, por lo que necesitan un acompañamiento académico y socioemocional para un buen desempeño y titulación oportuna.
Para nuestra comunidad no es comprensible que el presupuesto en educación superior haya crecido significativamente para 2016 y que universidades como la nuestra, con un alto nivel de inclusión de estudiantes vulnerables, con el propedéutico más grande a nivel nacional, que ha incorporado estudiantes talentosos de las comunas más pobres y postergadas del país, que ha hecho realidad la política de acompañamiento y acceso inclusivo PACE, siendo también líder a nivel nacional en su implementación, hoy tenga que navegar en la incerteza de no saber si contará con los recursos necesarios para su operación.
Como Universidad Católica, desde hace 56 años hemos colaborado con el Estado en mejorar la calidad de vida y generar movilidad social de miles de jóvenes postergados de La Araucanía. Llamo a los parlamentarios a que esta política de gratuidad sea implementada con precisión, equidad y sin ambigüedades para quienes hemos asumido la responsabilidad de formar jóvenes en contextos de vulnerabilidad.
PUBLICADA en El Mercurio / Sábado 07 de noviembre de 2015
Aliro Bórquez Ramírez, Rector Universidad Católica de Temuco