La investigación y creación de nuevo conocimiento en todas las áreas del saber, es la clave de la innovación para soñar y poder avanzar en cambios que signifiquen un cambio en beneficio de las condiciones de vida de las personas. Así, se trata de destacar los aspectos integrales del desarrollo humano, que incluye los aspectos científicos, culturales, artísticos y de crecimiento personal.
Para poder desarrollar esta tarea, se requiere confianza y diálogo entre los diferentes actores. El crecimiento del país y de sus personas va a depender de la visión que tenga la sociedad para invertir en proyectos innovadores y sustentables que permitan beneficiar a su población, en especial a los grupos más vulnerables. Este proceso requiere una mayor inversión en educación y en especial en investigación que permita innovar y transferir conocimientos y resultados a la sociedad.
Las actividades de innovación pueden ser de carácter social, diseño, tecnológicas, planes de negocios y culturales. Algunas de ellas requieren de un fuerte desarrollo de investigación y en el área científico-tecnológica de importantes inversiones para su implementación. La innovación entrega un nuevo valor a través de la creación, es un proceso que requiere de investigadores, inventores y diseñadores de nuevo conocimiento y tecnologías y de manera esencial, requiere de emprendedores que deben llevar estos avances e inventos a la sociedad, transfiriendo el nuevo conocimiento para beneficio de las personas.
El rol de las universidades en esta cadena de desarrollo es clave. En nuestro país, más del 95% de la investigación se realiza en las universidades y para aumentar nuestro aporte en innovación se requiere conectar mundos que están separados. Conectar a los investigadores con los emprendedores para que en conjunto puedan crear y entregar valor en las diferentes áreas que la población necesita. Debemos ayudar a que haya mayor interacción y eliminar barreras que separan a grupos que hoy no se conocen lo suficiente. Para esto, si queremos lograr que la innovación sea una actividad central en el desarrollo del país, se requiere investigadores y futuros profesionales impregnados de la cultura de la innovación. A nivel internacional, las innovaciones que se producen en las universidades se han transformado en una importante fuente de valor para el desarrollo y bienestar de los países a través de su transferencia medida en patentes y licenciamientos.
En la UC trabajamos en varias líneas que aportan al país en este tema. El objetivo es formar investigadores y profesionales con un espíritu emprendedor e innovador. Hemos desarrollado un certificado en innovación para alumnos de pregrado, el programa Emprende UC y un Magíster en Innovación Internacional con alianzas con universidades de primer nivel que ya cuenta con una veintena de egresados. Junto a esto, la universidad desarrolla investigación de calidad con un efecto positivo sobre la innovación social y tecnológica. Los resultados de este esfuerzo se demuestran en los más de cincuenta proyectos de investigación aplicada y las plataformas de trabajo conjunto con el sector público y privado que permiten desarrollar transferencia del conocimiento a la sociedad. Además, para dar un gran salto en innovación, próximamente iniciará su actividad el Centro de Innovación Anacleto Angelini UC, el que será un espacio de diálogo e intercambio de experiencias entre investigadores, jóvenes en formación, emprendedores y actores del sector público y productivo. A esto se agrega la próxima apertura de la oficina de transferencia y desarrollo de estos resultados. De esta manera, aportamos para generar un valor agregado a nuestros productos y crear nuevas iniciativas que se basen en innovaciones sociales, científicas, y tecnológicas.
En los últimos meses hemos conocido la noticia de nuevas instituciones -universidades y empresas-, que están llegando al país. De hecho, cuatro nuevos centros de innovación de excelencia se instalarán en Chile a partir de 2014, en el marco del programa impulsado por Corfo. Se destaca esta política de estado que ha permitido continuar con la iniciativa durante los últimos dos gobiernos.
La innovación nos desafía a imaginar un mundo mejor. Un país más amigable, con cuidado del medio ambiente y en donde los habitantes se sientan acogidos y desarrollados de manera integral. Por esto, debemos pensar en innovar en todas las disciplinas y áreas del saber. Queremos un país preocupado del bienestar de sus habitantes, con el sueño puesto en un mejor lugar para vivir. Innovar para desarrollarnos de manera integral, es nuestro sueño-país.
Ignacio Sánchez D.
Rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile
Presidente, G9 Red de universidades públicas no estatales