Las máximas autoridades de las Universidades Católica, Diego Portales, de Valparaíso y del INACAP debatieron sobre los programas de las candidatas presidenciales, y discutieron sobre los acuerdos, discrepancias y vacíos que, a sus juicios, la política sectorial aún debe precisa.
Organizado conjuntamente por el Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (CEPPE) de la UC y el Foro de Educación Superior AEQUALIS, el seminarioEducación Superior 2014-2018: la mirada de los rectores, reunió a autoridades y representantes de más de 25 instituciones de educación superior de todo el país. En el encuentro los rectores de cuatro planteles debatieron en torno a los programas de las candidaturas presidenciales de Michelle Bachelet y Evelyn Matthei.
La jornada se desarrollóen la tarde del jueves 12 de diciembre en Casa Central y contó con las exposiciones de los rectores Ignacio Sánchez, de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Carlos Peña, de la Universidad Diego Portales; Aldo Valle, de la Universidad de Valparaíso y Gonzalo Vargas, del Instituto profesional INACAP y presidente de la Asociación de Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica.
Lorena Medina, directora del CEPPE, inauguró el evento y señaló algunos de los puntos más críticos de la agenda en educación superior, así como el rol que a las universidades e instituciones educativas le competen en ese desafío. Luego, el académico e investigador de la Facultad de Educación UC Andrés Bernasconi fue el encargado de hacer una presentación de ambos programas, con énfasis en los acuerdos y discrepancias exhibidas en los documentos. El académico sistematizó la información contenida en 10 puntos: principios, regulación, financiamiento, formación docente, lucro admisión y retención, acreditación, investigación, formación técnico-profesional y universidades estatales
Aldo Valle y Gonzalo Vargas
El rector de la Universidad de Valparaíso, Aldo Valle, señaló en su intervención que existe una necesidad imperiosa de mirar el sistema en su conjunto, ya que existe un déficit común, que es la ausencia de estándares públicos de calidad para el sector, que sean consensuados, transparentes y comunes. “Esto no es incompatible con un sistema de provisión mixta. Esos estándares deben dar lugar a un marco regulatorio, que el sistema de Educación Superior hoy no tiene”, manifestó.
Y agregó: “Aquí existe una responsabilidad del Estado. Debe existir un sistema de aseguramiento de la calidad. Es una prudente forma de garantizar la fe pública. De lo contrario, la educación resulta a la larga más cara”.
La máxima autoridad universitaria sostuvo que la relación entre un estudiante y su familia y el oferente de educación superior, no es sólo una relación privada, sino una relación cívica que debe ser regulada. Concluyó que el millón 100 mil alumnos que componen la educación superior tienen derecho a la transparencia y a contar con un sistema que asegure efectivamente la rendición de cuentas.
Gonzalo Vargas, rector del Instituto INACAP y presidente de la Asociación de Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica, se refirió a la situación actual de la educación superior técnico profesional del país, e indicó que ninguno de los programas de gobierno en carrera presidencial ha pasado por la “etapa intermedia”.
“Falta una estrategia de desarrollo de largo plazo, que no son 4 años, sino que mire el país al 2020 ó 2030. Luego podremos discutir sobre la estructura, los medios para alcanzar esos objetivos, pero no al revés. Tenemos que hacernos preguntas fundamentales, como por ejemplo, qué cobertura queremos ¿50 por ciento, 70 por ciento?; qué instituciones van a ofrecerla, qué tipo de profesionales necesita el país, entre otras”, sostuvo.
Vargas recordó que hoy más de la mitad de la matrícula en educación superior estudia en Institutos Profesionales (IP) o Centro de Formación Técnica (CFT), donde la discusión sobre la PSU no tiene ningún sentido, ya que rendirla no es requisito de acceso. “Si la mayoría de chilenos que ingresa a estudiar una carrera entra a educación técnico profesional, no se entiende entonces por qué no es una prioridad en la discusión”, argumentó. Y agregó que la educación técnico profesional cumple un rol clave en la productividad y en la movilidad social.
Por otra parte, Vargas señaló nadie sabe cómo los IP y los CFT definen sus programas, su duración y sus aranceles y que no se considera el perfil de los estudiantes, que en su mayoría trabaja porque tiene una familia que mantener, y estudia en jornada vespertina. Y argumentó que por percibir una renta, no pueden acceder a becas ni ayudas estatales.
“La pregunta de fondo es si los incentivos actuales están conduciendo en la dirección correcta. Las propuestas programáticas están lejos de entregar luces al respecto”, concluyó.
Carlos Peña e Ignacio Sánchez
El rector de la Universidad Diego Portales Carlos Peña analizó tres aspectos que, a su juicio, diferencian radicalmente los programas presidenciales de las dos candidatas.El primero es si debe haber igualdad de trato a las instituciones de educación superior con prescindencia de su origen, sea público o privado. “Sobran las razones para tratar mejor a las estatales, pero eso no significa maltratar a las privadas. Por la razón evidente de que las universidades privadas representan proyectos privados, particulares. No manejan ciertos valores, como la universalidad, o el pluralismo. Eso no está en su índole”, sentenció.
En segundo lugar, el rector Peña analizó la variable de la equidad. Señaló que actualmente existe una correlación directa entre rendimiento académico y nivel socioeconómico. ¿Qué hacemos para corregir este problema que hiere a cualquier sociedad democrática?, planteó. “Predominan las instituciones que mantienen un sistema de transferencia de privilegios. El sistema de educación superior reproduce casi idénticamente los privilegios de la cuna. Por lo tanto, lo que debemos hacer es discriminar positivamente a los más vulnerables, ya que las élites del país están compuestas básicamente por herederos”, sostuvo.
Por último, el rector de la Diego Portales argumentó que una tercera diferencia fundamental entre ambas propuestas es el mecanismo para financiar la educación superior. “Mientras Matthei propone un sistema en que la inversión debe cobrarse a la renta actual o futura del estudiante, Bachelet propone aplicar un impuesto a la renta, mediante un esfuerzo tributario, para que los más ricos ayuden a los más pobres. Se trata de una diferencia fundamental”, argumentó.
A cargo de cerrar el debate, el rector Ignacio Sánchez diagnóstico que ninguno de los dos programas de Gobierno habla del sentido de la educación ni asume las preguntas fundamentales que están en juego. “¿Educación superior es sólo educación disciplinar; es sólo un trayecto formativo, o debe generar bienes públicos también? Lo que resulta claro, a esta altura, es que no todo lo público es estatal, y existen instituciones privadas, como la Universidad Católica, que aportan un rol público inmenso”, sentenció.
Luego, rebatió algunas afirmaciones dichas en el debate respecto a la UC: “En esta institución, a ninguna persona se le pregunta su religión al ingreso. Me consta que muchos docentes y profesionales ni siquiera profesan credo, y eso no es impedimento alguno para ejercer su trabajo, que cuenta con todo nuestro apoyo”. También se refirió a la composición de la matrícula y explicó que en los últimos años la UC ha hecho un esfuerzo por aumentar la equidad. “Hoy casi el 60 por ciento de nuestros estudiantes provienen de colegios municipales o particulares subvencionados”, precisó.
Y agregó: “Lo fundamental en juego es preguntarse cómo ese aporte fiscal, que a todos nos preocupa fiscalizar, se relaciona con el producto final que cada casa de estudios entrega al país en bienes públicos para la sociedad”.
El rector de la UC se refirió además al valor agregado que la universidad entrega al país. Recordó que sólo el 5 por ciento de los doctorados chilenos regresa a la industria a aplicar su conocimiento y que falta una mayor vinculación de las universidades con las regiones y con el territorio donde funcionan.
Finalmente, mencionó los temas de futuro para las universidades que, dijo, estaban ausentes de los dos programas: innovación curricular, nuevas metodologías de aprendizaje, ética profesional, innovación y transferencia del conocimiento, sustentabilidad, inclusión de estudiantes con necesidades especiales y diálogo con los territorios,
INFORMACIÓN PERIODÍSTICA
uc.cl / Francisco Zabaleta, fzabaleta@uc.cl